La amenaza de la inflación en los precios de los suministros, energía y combustibles están tensionando el mercado y la industria de una manera globalizada. Hechos puntuales como el coup d’etat de Guinea Bissau (país exportador de bauxita, principal componente del aluminio), el encallamiento del buque portacontenedores en el canal de Suez o las restricciones en el tránsito derivadas de la crisis del coronavirus, han servido para generar una desconfianza manifiesta, traducida en un aumento de los costes a la hora de producir.
El tejido empresarial vasco, históricamente ligado a la industria del metal se ha visto notablemente comprometido con estos factores que han hecho tambalear a más de un coloso de la siderurgia, metalurgia, forja o fundición. En este sector, concretamente, es fundamental llevar a cabo un exhaustivo análisis de los coste logísticos, por tanto, cualquier ápice de cambio en las variables que influyen en este área se revisa con ojo avizor. Ante esta coyuntura, un almacén dedicado a un uso indirecto de la actividad de la empresa, en general no presentaba mayor problema en tiempos de bonanza. Ahora bien, ante este nuevo escenario, una empresa de este sector se plantea el hecho de la rentabilidad de dicho almacén. Por ejemplo, una nave a 15 km de mi sede donde almacena cartón y envases, en 2021 se ha convertido en un rompecabezas, si tenemos en cuenta el precio de los combustibles. No es descabellado pensar en reducir estos costes en una situación pareja, ahora bien: ¿Cómo llevo a cabo esta reducción de costes? ¿Podría reducir ese tránsito diario del camión a la nave? ¿Puedo traer este material y dejarlo a lado mi fábrica? ¿Dada las condiciones de mi material puedo dejarlo a la intemperie? ¿Se trata de un material sensible a las humedades, necesita un aislante térmico?Frente a estas dudas, desde Etxekit se plantea una solución acorde a estas necesidades especificas. La instalación de una cubierta, con cerramiento en panel sándwich, previene el riesgo de filtraciones de humedad derivadas de una desnivelación del terreno, ajustándose así a este. Se opta también por una cubierta anti-condensaciones, utilizando un compresor para generar una presión intermedia entre dos lonas y reduciendo de esta manera la condensación y las humedades en el interior.
De esta manera, conseguimos una solución diseñada a medida y que desde el punto de vista logístico permitirá agilizar salidas, consiguiendo en definitiva un ahorro de costes y optimizar la operativa logística. Se consigue por tanto el objetivo planteado en un principio, con una estructura temporal que no consume edificabilidad y permite adaptarse a la actividad llevada cabo por la empresa. Este es un ejemplo de los muchos que tenemos, que pueden servir como orientación para diferentes proyectos.
Tenemos una larga experiencia en soluciones de esta índole no dudes en consultarnos a través de nuestra página web o llamando al 946 710 800.